En los productos de limpieza, podemos hacer una primera gran clasificación, en función de cómo se comercializan: listos para usar o concentrados. En el primer caso, utilizamos el detergente tal como nos llega, desde el mismo envase, normalmente, pulverizadores o aerosoles de 500 o 750 ml o botellas de 1 o 2 litros.

En el segundo caso, los envases de comercialización, normalmente, son de 5, 10 o 20 litros, por tanto, se requiere una manipulación por parte del usuario para conseguir, en un envase diferente al de venta, la mezcla adecuada que nos indica el fabricante y que nos dará los resultados requeridos. Realizar esta mezcla de forma correcta es de suma importancia, ya que hay numerosos aspectos de la operación que se verán afectados:

 

  • Alcanzar los niveles de limpieza y desinfección requeridos.
  • Proteger las superficies y materiales que se están limpiando
  • Evitar la aparición de residuos.
  • Ajustarnos al coste establecido.
  • Controlar el nivel de vertidos.

 

Para cumplir los objetivos anteriores, es necesario disponer de un procedimiento, sistema o equipo, adecuado para realizar la operación de dilución de forma fácil y lo más exacta posible. Estamos hablando de usar un simple vaso graduado o una bomba manual instalada en la propia bombona o algo mucho más cómodo, seguro y preciso, como es un equipo dosificador que, de forma automática, realice la mezcla de agua y producto con la que poder rellenar desde un pulverizador hasta el depósito de una fregadora automática. Estos equipos de dilución son muy simples, no precisan conexión eléctrica, solo una toma de agua que, al pasar por el dosificador, aspira la cantidad previamente ajustada de detergente.

 

Existe un tercer tipo de productos, aquellos que se han formulado con materias primas muy específicas, que les permiten ser eficaces a diluciones bajísimas, podemos llamarlos productos altamente concentrados. En este grupo de productos, la necesidad de una dilución controlada es máxima, puesto que las cantidades que necesitamos utilizar de detergente son tan pequeñas que, dosificadas de forma poco rigurosa, nos podrían llevar a errores importantes. Esos productos, se comercializan habitualmente en formatos pequeños de 1,5 a 2,5 litros y suelen ir asociados a un equipo específico para su dosificación o llevar mecanismos incorporados en el propio envase para obtener la cantidad adecuada.

Esta familia de productos, por el hecho de llevar aparejado un sistema de dilución controlada exclusivo, además de los enunciados anteriormente, aporta una serie de ventajas adicionales:

 

  • Menos espacio de almacenamiento
  • Ahorro en costes de transporte
  • Menor cantidad de residuos de envases
  • Mayor seguridad en la manipulación, al ser sistemas cerrados
  • Códigos de colores y formas que impiden errores y facilitan la formación
  • Etiquetas con iconos para la correcta identificación del área de uso
  • Imagen de profesionalidad para el usuario
  • Máximo control de consumos y costes de uso

 

Diversey pone a su disposición diferentes plataformas de productos altamente concentrados, cada una de ellas con un sistema de dosificación asociado, que las hace fáciles y seguras de usar. Dentro de la oferta de plataformas de productos concentrados de Diversey podremos encontrar la de tipo portátil que pueden ser usadas en cualquier punto del centro de trabajo y las que están fijas, unidas a una toma de agua, para actuar como punto centralizado de suministro. Los sistemas Exact, SmartDose, Divermite, DQFM, J-Flex, Quattro Select, son sistemas que proporcionan un alto valor añadido. En cada uno de ellos encontraremos una gama suficiente de productos para cubrir todas las necesidades de cualquier cliente.