Dentro de los elementos que contribuyen a crear una impresión positiva en los clientes de un hotel encontramos en primera línea al departamento de lavandería.
Del correcto lavado de cada sábana y toalla puesta en cada una de las habitaciones, depende en gran parte la impresión que se llevarán los clientes al abandonar el establecimiento.
Para realizar un lavado correcto debemos pensar que es un proceso complejo, que empieza mucho antes de que los textiles lleguen a la propia lavandería y continúa después de salir de la lavadora.
Este camino, con ocho etapas, es lo que llamamos el ciclo de la ropa. En cada una de estas etapas hay aspectos que han de ser cuidados de forma escrupulosa para que el conjunto ofrezca los resultados deseados.
Durante la recogida de la ropa
- La ropa de la habitación, no debe utilizarse para la limpieza de superficies u otros usos inadecuados.
- Antes de introducir la ropa en el carro, es conveniente comprobar que no hay objetos entre ella.
- No recoger ropa que no ha sido usada.
- Se deben utilizar bolsas o sacos de recogida adecuados, no ate la ropa dentro de una sábana u otra prenda.
Durante el transporte a la lavandería
- Los carros de transporte han de ser adecuados y estar limpios.
- Coloque la ropa de manera que las ruedas no pisen la ropa.
- Nunca se debe arrastrar la bolsa o saco por el suelo.
Al llegar a la lavandería hay que clasificar la ropa
- Es muy importante clasificar la ropa: por tipo de tejido, color o blanco y por el tipo de suciedad.
- Si no se puede lavar toda la ropa en el mismo día, debemos procurar que no se quede mucho tiempo en el saco.
- Antes de introducir la ropa en la lavadora, es conveniente volver a sacudir y desliar la ropa.
Durante el proceso de lavado
- Con la máquina mal cargada (exceso o defecto), no se lava bien.
- Para cada tipo de ropa debe seleccionarse el programa adecuado, tanto en la lavadora como en el dosificador de detergente.
- Nunca adelantar programas.
- La lavadora ha de funcionar correctamente. El mantenimiento y la limpieza son esenciales
- El agua ha de estar libre de sales disueltas y otras sustancias.
En las secadoras
- Seleccionar la temperatura y el tiempo adecuados para cada tipo de ropa.
- Nunca cargue la secadora en exceso.
- Mantener la secadora en buen estado de funcionamiento, verificando sobre todo: la combustión y la limpieza del filtro.
- Pase por la secadora toda la ropa lavada en el día, si se deja para el siguiente puede aparecer moho.
Durante el doblado
- Es un momento importante para detectar manchas en la ropa. No deje pasar ropa mal lavada ni rota.
- La ropa plana ha de tener la humedad justa para el paso por calandra.
- La acumulación de ropa por doblar en carros o montones, especialmente si está caliente de la secadora, puede provocar la aparición de arrugas y dificultar el planchado.
Almacenado para expedición
- Se han de mantener los estantes limpios y solos destinados al almacén de ropa.
- Para alargar la vida útil de la ropa es conveniente mantener un inventario suficiente para que la ropa pueda descansar.
- Para su mejor control, organice la ropa en los estantes por tipos, usos y medidas.
Otra vez en uso
- Cuando colocamos la ropa de nuevo para su uso en la habitación, es la última oportunidad para asegurarnos de la calidad del lavado. Deberemos retirar cualquier prenda que pueda ocasionar una queja del cliente.
- Si se detecta un uso incorrecto por parte del cliente (limpieza de zapatos, toallas usadas como alfombras) de alguna pieza, es necesario informarlo.