En los últimos casi dos años, el mundo se ha centrado en el SARS-CoV-2, el agente causante del COVID-19. El uso de desinfectantes nunca ha sido tan alto, ya que todos intentaron detener la transmisión de este virus de superficie a mano. Junto con la desinfección, el uso de mascarillas, el distanciamiento social y quedarse en casa cuando se estaba enfermo, se detuvo la mayoría de las enfermedades respiratorias. Recientemente, los medios de comunicación han comenzado a informar sobre aumentos repentinos de algunos otros virus que necesitan nuestra atención.
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